El fracaso escolar es el hecho de no lograr el título académico mínimo obligatorio de un sistema educativo. No debe confundirse con el abandono escolar temprano
o prematuro, indicador que también incluye a quienes terminan la
educación obligatoria con aprovechamiento, pero no siguen estudiando (en
el caso español el abandono escolar incluye a quienes fracasan en la
Educación Secundaria Obligatoria y además, a quienes logran el título y
no estudian FP, Bachillerato o cualquier otro tipo de enseñanza).
La expresión «fracaso escolar» ha sido cuestionada,
debido al estigma que implica, pues parece señalar que quienes no
alcanzan un título educativo se están convirtiendo en personas
fracasadas. Además, parece llevar la responsabilidad sobre el logro
educativo hacia los estudiantes, no teniendo en cuenta que el éxito
escolar es un proceso en el que, aparte de los estudiantes, también intervienen los profesores,
la gestión de los centros educativos, las autoridades educativas, las
políticas educativas y las familias. Por ello se han propuesto eufemismos y perífrasis,
como «alumnos que abandonan el sistema educativo sin la preparación
suficiente», pero por ser más largas y novedosas no son tan informativas
como la propia de fracaso escolar.
Las causas del fracaso escolar las podemos agrupar en tres tipos: las
que tienen que ver con el propio estudiante, con el sistema educativo o
con factores socioeconómicos
ajenos al sistema educativo. Entre los motivos relacionados con los
estudiantes contamos con los que puedan ser sus necesidades especiales,
que les dificultan seguir ciertas materias, y los que tienen que ver con
su motivación.
En cuanto a los factores relacionados con el profesor, están su
capacidad para atender a la diversidad o los métodos didácticos que
emplean. En cuanto a los centros,
cabe destacar la importancia del clima escolar, así como la autonomía
para gestionarse. Los rasgos del sistema educativo, como financiación,
educación más o menos comprensiva, carrera docente, horarios, etc.
también se consideran características relevantes para explicar el
fracaso escolar.
En cuanto a los factores extraescolares, cabe destacar la familia y el mercado de trabajo.
La familia influye al menos de dos formas; por un lado, criando al niño
en un medio cultural similar al del sistema educativo. Por otro lado,
con su preocupación y supervisión sobre el trabajo escolar de sus hijos. El mercado de trabajo puede influir en la medida que hace más atractivo para los jóvenes no esforzarse en terminar sus estudios, pues saben que podrán encontrar un trabajo sin necesidad de título.
La relación entre fracaso escolar e inmigración
es mucho más matizada de lo que tiende a pensarse. La categoría
"inmigrante" agrupa a una realidad social tan heterogénea que no tiene
valor para el estudio del problema educativo. Esto se debe a que tan
inmigrante es la persona que entra irregularmente en un país sin conocer
el idioma y sin experiencia con una sociedad urbanizada y de servicios como el gerente de una multinacional
que proviene de un país más desarrollado que el país de acogida. Por
tanto, como primer paso conviene distinguir los inmigrantes según el
país de origen. Además, también es muy relevante la experiencia
educativa previa de los inmigrantes y de su familia en el país de
origen. Procediendo así, se observa que buena parte de las diferencias
observadas entre inmigrantes y nativos se deben a las diferentes
características socioeconómicas de las familias. Igualmente la población
inmigrante suele tener una renta más baja, parte de sus problemas son
sencillamente el fruto de la desigualdad económica simple.
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