El entierro de la sardina es una ceremonia con la que se anuncia el fin del Carnaval en diversos puntos de España e Hispanoamérica. Los entierros
suelen consistir en un desfile carnavalesco que parodia un cortejo
fúnebre y culmina con la quema de alguna figura simbólica, generalmente
representando a una sardina. El entierro de la sardina carnavalesco se celebra tradicionalmente el miércoles de Ceniza
y en él se entierra simbólicamente al pasado, a lo socialmente
establecido, para que puedan renacer con mayor fuerza, para que surja
una nueva sociedad transformada.
Se refleja en la tradición y la historia, recordando el mito
primitivo de la ribera del mar. La fiesta despierta el dramatismo
litúrgico de los misterios eleusinos. El fuego de las antorchas y el ritmo de la música, mientras Dionisio,
dios del vino, gobierna la escena. El vino recorre por la secuencia y
enloquece. El significado se acerca a los juegos, la fiesta y las
costumbres de aquellos días casi fuera del tiempo. El desfile tiene un
recorrido configurado por cuatro kilómetros, con el suficiente aforo
para los visitantes que se dan cita. Está constituido por veintitrés
carrozas, en las cuales los sardineros están rodeándolas con antorchas.
En el año 2000 cumplió su 150 Aniversario, realizando actividades
culturales todos los meses. Con respecto a este año el aforo de los
asistentes a este desfile se cifró en un millón de personas.
Muchas fiestas españolas terminan con ceremonias, algunas
desaparecidas, otras recuperadas, similares a los entierros de la
sardina en las que se quema o maltrata una figura simbólica que
representa los vicios y el desenfreno que afloraron durante la fiesta.
Algunos ejemplos de este tipo de ceremonias son la Fiesta del Judas o la quema del haragán.
El paso por la hoguera permite restaurar el orden subvertido por la
fiesta y en ella el fuego es símbolo de regeneración y liberación. Con el entierro y con otras ceremonias similares, se invita al pueblo a una reflexión colectiva y se le llama al orden.
Hay una terrible confusión respecto a la celebración del Entierro de
la Sardina en el llamado Miércoles de Ceniza. Desde tiempos ancestrales,
el entierro de la sardina, como manifestación pública del lamento por
el fin de la época del asueto, la holgazanería y la abundancia se venía
celebrando en toda la geografía española en la víspera del Miércoles de
Ceniza, lo que coincide con la celebración francesa del Mardi Gras (martes de carnaval).
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