La isla es uno de los principales destinos turísticos del país debido a su belleza natural y su misteriosa cultura ancestral de la etnia rapanui, cuyo más notable vestigio corresponde a enormes estatuas conocidas como moai. Para preservar dichas características, el gobierno administra a través de Conaf el Parque Nacional Rapa Nui, mientras que la Unesco declaró este parque como patrimonio de la humanidad en 1995.
-Pascua
es una pequeña isla de aproximadamente 80 kilómetros cuadrados, del
Océano Pacífico en la Polinesia, ubicada a 3.760 km de la costa de
Chile, país al que pertenece desde 1888, y es famosa por las gigantescas
efigies de piedra, conocidas también como moai.
El descubrimiento:
Fue
descubierta la tarde del Domingo de Pascua de 1.722 por el marino
holandés Jacob Roggeveen. En 1.770 el español don Felipe G. Ahedo
desembarcó en la isla y tomó posesión de ella en nombre del rey de
España, llamándola: San Carlos.
Los primeros pobladores:
Existen varias teorías.
Según
Robert Longdon, un inglés, afirma que los primeros en llegar fueron
unos navegantes enviados por el faraón egipcio Ptolomeo III.
Una
de las teorías que más predomina, es que Pascua fue poblada en el siglo
V por polinesios procedentes de Asia. Que para descubrir la remota isla
de Pascua tuvieron que navegar casi hasta la Antártida a fin de
encontrar la corriente meridional y evitar la corriente de Humboldt que
fluye hacia el oeste.
Otra
teoría dice que para el siglo IV d.C. llegó una tribu al mando de un
rey llamado Hotu-Matua, quienes tenían técnicas bastante desarrolladas
para esculpir la piedra.
Los Moai:
Los
moai son figuras de piedra de enormes dimensiones con forma humana
cubiertas con algo que parece un sombrero cilíndrico. Las gigantescas
cabezas sobresalen del árido suelo, tienen las orejas largas y grandes, y
miran hacia el sol.
En la isla existen diferentes grupos de estatuas:
Doscientas setenta y seis hacen guardia en las laderas del volcán.
Trescientas están derribadas sobre los ahus que rodean los altos acantilados de la isla.
Otras están a lo largo de antiguos caminos.
80 quedaron sin terminar.
Algunas
que estuvieron montadas sobre plataformas funerarias son bustos
enormes, sin piernas y a veces alcanzan los 10 metros de altura y 7,6
metros de diámetro y pesan 20 toneladas, tienen un cilindro, un rojo
copete de 1,8 x 2,4 m y se supone que estos "sombreros" fueron extraídos
del cráter del volcán Rano Roi. Se diferencian de las otras por tener
los ojos abiertos y estar mirando a la tierra, de espaldas al mar.
Las
estatuas que impresionan son las que están en las laderas del Rano
Raraku. Sus narices se vuelven hacia arriba y sus delgados labios se
proyectan hacia adelante en un gesto de burla y desdén. Carecen de ojos y
las proyecciones descendentes a los costados pueden representar orejas
alargadas o una prenda para la cabeza. La más grande es de veintidós
metros y la más pequeña de tres.
El
significado de los moáis es aún incierto, y hay varias teorías en torno
a estas estatuas. La más común de ellas es que las estatuas fueron
talladas entre los siglos XII y XVII, como representaciones de
antepasados difuntos, de manera que proyectaran su mana (poder
sobrenatural) sobre sus descendientes.
Debían
situarse sobre los ahus (plataformas ceremoniales) con sus rostros
hacia el interior de la isla y tras encajarles unos ojos de coral o roca
volcánica roja se convertían en el aringa ora (rostro vivo) de un
ancestro.
Otras curiosidades:
En
los años 30 el astrólogo francés Dom Neroman afirmaba que la isla
estuvo poblada por una civilización de origen hindú que estaba instruida
en los secretos del Cosmos, conocía además un sistema capaz de crear en
el planeta polos positivos para atraer ondas benéficas y polos
negativos para hacer lo contrario.
Henry
Lavachery, sostenía que la isla tuvo una especie de escuela de
estrellas, en donde enseñaban a los elegidos sobre los peligros y
beneficios de los astros y sus visitantes.
Thor
Heyerdahl, en su expedición también descubrió una especie de
observatorio solar en la cumbre del volcán Rano Raraku, donde se
hallaron gran cantidad de estatuas.
En
los sesenta William Mulloy afirmó que: "la isla de Pascua es uno de los
lugares más aislados del mundo, y sin embargo, con una población que
nunca superó los cuatro mil habitantes, encontraremos contrastes de
complejidad cultural, textos que no están relacionados con ningún
material escrito exterior, una política capaz de planificar y coordinar
las obras públicas, un sacerdocio organizado y un interés en fenómenos
celestes como los equinoccios y los solsticios". Según Mulloy, la isla
de Pascua estuvo habitada, hace milenios por seres no terrestres, quizás
mucho antes de los "orejas largas".
Todos
los moáis fueron derribados de sus ahus (plataformas) en el siglo XVII.
Desde 1956 unos pocos de ellos han sido restaurados.
Los moáis de la Isla de Pascua fueron candidatos para las Nuevas Siete Maravillas del Mundo y terminaron octavos en la votación.
En 1927 los
habitantes de la isla le regalaron un Moái al presidente Carlos Ibáñez
del Campo, el mandatario se deshizo de el ya que cuenta la leyenda que
un asesor le comento que traía mala suerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario